Con la comunicación de La excolegiata de Mora de Rubielos se pretendía poner de relevancia el impacto económico y artístico que supuso, tanto para la villa como el entorno de Mora de Rubielos, la obtención del título de colegiata en 1454. En ella se ahondó en el modo en que fue evolucionando el templo a lo largo de los siglos XV y XVI, mencionando aspectos como la construcción de una serie de capillas, el coro o el claustro, o el cambio de advocaciones que irían sufriendo las capillas desde ese momento hasta la actualidad.